lunes, 27 de diciembre de 2010

“Sueño con ser campeón de TC”

Carlos Okulovich, piloto de Turismo Nacional y Turismo Carretera, brindó una conferencia de prensa, que se realizó en el instituto ETER, donde se trataron diferentes temas sobre el automovilismo argentino.
Okulovich, con su Honda New Civic, es el líder del campeonato de TN, con 171 puntos. “En turismo nacional estoy hace siete años con el mismo equipo”, dijo el misionero. Además agregó que “está más cómodo en TN, porque conoce al auto y que en TC, todavía, no se afianzó y no tiene mucha experiencia, además, ya cambio de auto dos o tres veces”. Por otro lado, aseguró que “la categoría más difícil es el Turismo Carretera, a parte de ser la más prestigiosa. También comentó que “le gustaría salir campeón en Turismo Carretera”.
Al momento de opinar sobre el Top Race, Carlos Okulovich, explicó que “hace cosas extra automovilísticas para que el público que no mira automovilismo también trate de engancharse”. Cuando amplió su visión sobre esta categoría opinó que “está buscando un rumbo para quitarle espacio a las demás”. Por otra parte dijo que “es un circo y que les va a costar sostenerlo”. Además confirmo que “el Top Race no le gusta, porque los autos son todos iguales, no hay desarrollo de motores y los coches no se prueban antes de las carreras. También las competencias casi siempre son aburridas, por el tipo de autos y de circuitos que tenemos acá”.
Finalizando la conferencia, comentó como maneja su automóvil durante una carrera y al respecto dijo que “no le gusta apurarse de entrada en la carrera. Larga más tranquilo, y va de menor a mayor. Le gusta atacar de mitad de carrera para adelante, cuando todos vienen con el auto más castigado, y se hace mucho más fácil avanzar”. Y sobre la rivalidad entre los pilotos aseguró que “son compañeros, no amigos. Y que cada uno defiende sus intereses”.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Apuñalada por un compañero

Gritan, saltan, corren, se maquillan, se divierten y no estudian. Todo pasa en un aula de la escuela secundaria. Los alumnos juegan al truco, mientras la profesora intenta explicar un nuevo tema que ellos dicen ya saber, dado que algunos son repetidores. Todo es un descontrol en el curso de 4º A.
Uno de los chicos arroja una tijera, con mucha fuerza, contra una compañera y se la clava en el antebrazo. La chica comienza a sangrar y a ponerse pálida. La maestra se ve superada por la situación y llama al preceptor del curso, Julián García, quien lleva a la alumna al baño para arrojarle agua sobre la herida. La sangre comienza a rebosar el lavatorio. La niña llora y se queja. De pronto, se ve a un hombre alto y de ambo blanco subiendo las escaleras. Es el médico. La coloca sobre sus brazos, la pone dentro de la ambulancia y la lleva al Hospital Pirovano. Mientras tanto, todos buscan al culpable del accidente. Jorge Morales confiesa y dice: “Fui yo”.
Horas más tarde la alumna muere, de un paro cardíaco, causado por la pérdida de sangre. Los directivos del Instituto Vocacional Argentino no saben qué van a hacer con el agresor. Por ahora, está detenido en la Comisaría 33º, junto al preceptor del curso, que es el dueño de la tijera.

Gastón Sosa.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Ariel Dorfman:”Los gays no son enfermos”

Ayer Ariel Dorfman, empleado del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), brindó una conferencia de prensa, que se realizó en el instituto ETER, donde se trataron diferentes temas sobre la segregación entre personas. El coordinador del observatorio de discriminación en el fútbol, de dicha entidad, se basó precisamente en el esteriotipo que la gente tiene sobre los gays, y dijo al respecto que “durante años se pensó que los gays eran enfermos, pero por ahora no hay ningún estudio que lo afirme”.

En la charla se habló sobre los prejuicios que el mundo tiene contra la comunidad homosexual, y el representante del Inadi explicó que “cada uno posee una información, que crea un esteriotipo sobre la gente. Y si nos dejamos guiar por eso terminamos discriminando”.

Por otro lado, amplió la visión que tienen las personas sobre los extranjeros que vienen a trabajar a la Argentina y expresó que “si un boliviano es verdulero, no quiere decir que sea lo mejor que sabe hacer, sino que es a lo único que tuvo acceso. Aparte, es gente pobre, entonces al pensar eso se está marginando la pobreza. Y lo que se condena es la falta de oportunidad”. Luego agregó que “vinieron a la Argentina a tratar de darle un futuro a sus hijos, a ser dignos y a traer su cultura”.

Al momento de opinar sobre que es un argentino, Dorfman explicó que “es un boliviano, un paraguayo, un europeo, un gay, un heterosexual y muchas cosas más”. Además aseguró que “todos son distintos. También los hijos son diferentes a los padres. Por lo tanto no hay que discriminar a la otra persona, dado que todas son diferentes”.

Gastón Sosa.

domingo, 28 de noviembre de 2010

La ilusión de ser campeón

Se puso la camiseta del Rojo, aquella que viene usando, sin lavarla, desde el primer partido de la copa, luego se colgó sus dos medallas y se sentó frente a la televisión. Todo estaba listo para el comienzo del encuentro, pero el Club Atlético Independiente todavía no había ingresado al campo de juego. Cómodo y sólo en el sillón, con la emoción de poder ver a su equipo nuevamente en una final, Bruno Sarperi se concentraba en conseguir el triunfo, aunque sea por un gol, con eso ya bastaba.
“Ayer estaba muy nervioso, aunque sabía que con el resultado que habíamos obtenido en Ecuador la serie estaba abierta”, decía este adolescente de 19 años. El estadio Libertadores de América estaba al rojo vivo, las tribunas parecían venirse abajo, la gente tenia la esperanza de lograr la victoria, además jugaban con la ventaja de ser locales. Y esté pibe rubio, que no va seguido a la cancha, se sentía feliz y con mucha ilusión.
En el primer tiempo, a los 26 minutos, tres cabezazos en el área bastaron para que Facundo Parra lograra el primer gol de Independiente. Bruno ya estaba mas tranquilo, se le empezaba a dibujar una sonrisa en la cara y aparte se le sentía la afonía en la voz, pero todavía le faltaba vivir más adrenalina.
Quedaba un minuto del primer tiempo y este chico de Colegiales se preparaba para comer una picada, cuando luego de una distracción de los defensores y con un remate de zurda desde afuera del área, Juan Manuel Salgueiro conseguía el tanto de Liga de Quito, era el gol del empate y con ese resultado El Rojo quedaba eliminado del torneo.
El entretiempo lo vivió con angustia y sin saber que le deparaba el destino a su querido equipo. Pero en el comienzo del segundo tiempo, pudo tranquilizarse de nuevo, dado que El Diablo consiguió el empate muy rápido con un gol de Hernán Frades al minuto de juego.
Ganó Independiente y ahora Bruno Sarperi espera la final contra el Goiás de Brasil y que el conjunto de Avellaneda logre ganar la Copa Sudamericana. Si El Rojo consigue su meta, ocupará la quinta plaza de los equipos argentinos para la Copa Libertadores 2011 y es posible que le quite la posibilidad de jugar el torneo a Racing Club, Bruno al respecto decia que “sería un plus espectacular, no sólo ganar la copa, sino también dejar afuera al rival de toda la vida”.

Gastón Sosa.

martes, 23 de noviembre de 2010

Revista Mística

El día 19 de abril del año 1997 apareció la revista Mística acompañando la edición de los días sábados del diario Olé. Fue definida por su director, Ricardo Roa, como “El espíritu del deporte”. La revista planteaba una mirada distinta sobre el deporte, con reportajes a los protagonistas, historias e investigaciones especiales. Contenía 84 páginas y un gran despliegue fotográfico.
Esta nueva publicación respondía a las necesidades del nuevo lector de deportes, que constantemente estaba buscando cosas nuevas. Había una diferencia básica con Olé. El diario se ocupaba de lo urgente, en cambio, la revista tomaba el mismo hecho pero con otros ojos, que iban más allá de lo inmediato.
En su primera publicación, Mística arrancó con todo y tuvo una tirada de 200.000 ejemplares, que demostraron una cuidada edición, un importante despliegue fotográfico y la presencia de varios columnistas especiales. Roa en ese momento decia que "Olé es el diario del hincha y Mística es tanto del hincha como del simpatizante. Que viven de maneras diferentes una misma pasión por el deporte. El diario muestra a los protagonistas en la cancha. La revista se introduce en el túnel con ellos y los acompaña para mostrarlos en todo lo que no se ve en el juego. El diario es la pasión, Mística es el espíritu del deporte. Al estilo Olé, que significa emoción, testimonios y rigor informativo".
Mientras estuvo en el mercado abordó las vivencias, motivaciones, dilemas e intimidades dentro y fuera del escenario de competencia. Así, pudo verse en la tapa al goleador Martín Palermo disfrazado de mujer, a Alfredo Davicce, el sobrio presidente de River, con un sombrero de arlequín con los colores del club, a los mellizos Barros Schelotto personificados en dos bandidos o a Fernando Redondo y a Clarence Seedorf juntos.
La revista tenía análisis, investigaciones y otros géneros, compaginados en secciones habituales bajo la identificación de La rabona, Instantánea, Fotomemoria, Radiografía, Fanática, Retro, Peloteo, El buzón, Sprint y las columnas Tinta Roja y Posición adelantada.

Gastón Sosa.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Goles

La revista Goles se creó en el año 1948, a diferencia del Grafico, se dedicaba solo al fútbol. También brindaba mucha información sobre el ascenso. En el año 1968, se incendio la redacción y ese hecho provocó que no saliera a la venta durante dos meses.
En los 70’ sufrió varios cambios, dado que la habían adquirido empresarios españoles. En el año 1979 la revista fue comprada por la editorial Abril y pasó a llamarse Goles Mach. Por esos tiempos no había diarios que se dedicaran de lleno al deporte. A fines del año 1982 dejó de salir a la calle, porque habían bajado demasiado las ventas.

lunes, 15 de noviembre de 2010

El Gráfico

La revista El Gráfico fue fundada el 30 de mayo del año 1919, por el uruguayo Constancio Cecilio Vigil. Por esos tiempos salía a la calle una vez por semana, pero desde el 2002 se empezó a distribuir una vez por mes.
Trata fundamentalmente sobre deporte y es reconocida por sus crónicas y fotógrafos. La revista es leída, en general, por el sexo masculino, incluso es la más antigua y respetada en nuestro país.
La mayor venta de ejemplares fue cuando la Selección argentina de fútbol obtuvo el titulo en el Mundial de México 1986 con 690.998. Por otra parte, aparecer en la tapa de esta revista es muy importante para los deportistas y Diego Armando Maradona es el personaje con más tapas, en los 90 años de la revista, acumula 134 portadas. También fueron tapa Severino Varela, Martín Palermo, Delfo Cabrera, Juan Manuel Fangio, Carlos Monzón, etc.
Por está revista han pasado grandes periodistas como Dante Panzeri, Guillermo Blanco, Osvaldo Ardizzone, Juan José Panno, Carlos Ares, entre otros. También se destacaron fotógrafos como Héctor Maffuche, Carlos Ferreira, Ricardo Alfieri y Antonio Legarreta.
En el año 1998 la revista fue comprada por Torneos y Competencias que la mantiene hasta el día de hoy.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Diego Markic: “En Italia no podía salir a la calle”

Diego Markic, el ex jugador de fútbol, habló en exclusivo para ETER. El campeón del mundo sub 20, en Malasia 1997 junto a Juan Román Riquelme, no tuvo drama en dialogar sobre sus días en el Bari, “El sur de Italia es bravo, porque cuando vas bien no podés salir a la calle y cuando vas mal tampoco porque te matan”. El actual analista de fútbol integró en nuestro país los planteles de Argentinos Juniors, Colón de Santa Fé y Quilmes. Ahora más relajado y ya retirado del fútbol recuerda como vivió en Italia y de qué manera superó los casos de corrupción en la liga Calcio. Esté destacado número 5, pronto conformará el cuerpo técnico de Matías Almeyda.

-¿En Italia o acá viviste experiencias de corrupción en el fútbol?

-En todos lados, en el mundo del fútbol. En el cuarto año de contrato que tuve en Italia, tenía que renovar. Ya acababa mi contrato y estábamos hablando, pero todavía no teníamos nada firmado. Llegamos al último partido y en el vestuario dicen: “Bueno tenemos que empatar 2-2”, lo agarre al técnico y le dije: “No voy a salir a arriesgar la pierna, porque no tengo el contrato firmado y es un partido que es mentira”. Entonces me dijo: “No podes salir ahora, porque vas a quedar muy evidente”, le dije: “Bueno juego un rato y sacame”, y en el entretiempo salí. Eso en Italia pasa mucho.

-¿En Italia tuviste problemas con los barrabravas?

-En Italia una vez estábamos por irnos a la B y jugamos en Messina. Perdimos 1-0. Estábamos volviendo en el micro y en un momento salimos de una autopista para entrar a la otra y nos salen de atrás de un casa y nos cruzan los autos. Se subió el jefe de la barra del Bari y nos dijo: “Se tienen que salvar”, le pegó dos cachetazos al capitán que estaba en el primer asiento, amenazó al sub capitán, que estaba al lado y se bajaron.

-¿Qué siente un jugador del sur de Italia cuando enfrenta a los poderosos del norte?

-El sur de Italia es bravo, porque cuando vas bien no podes salir a la calle y cuando vas mal tampoco, porque te matan. Ni mi señora podía salir, porque todos sabían y le decían, dame esto, pedile aquello, cuando ganan y todo el tiempo así, era insoportable. Y con respecto al norte, como el Bari es un club más chico, cuando íbamos a jugar mis compañeros estaban pensando a ver a quien le cambiaban la camiseta, y eran cosas que al principio me daban bronca y después dije: “Bueno ya esta”. 

-Si te llamaran de Italia, para ir a dirigir un equipo del sur como el Bari o el Napoli. ¿Irías a dirigir allá?

-(Dubitativo). No sé tendría que pensarlo. No sé si quiero ser técnico. Estoy estudiando para ser técnico y seré ayudante de Matías Almeyda. Ser técnico es volver a lo mismo y a lo que me cansó. Pero no sé si tengo ganas de volver a hacer esa vida, aparte ser técnico no es fácil. Es ser la cabeza de todo y es más fácil echar a uno que 22, o sea que siempre se la agarran con él. Igual me lo replantaría porque en Italia la pasé muy bien y mi hijo nació allá, o sea que algún día me gustaría volver.

-Ahora que vas a formar parte de un cuerpo técnico, ¿Un jugador de las características de Riquelme tiene que estar en el equipo titular?

-Para mí es el primero que tiene que estar, después armo todo lo demás. Es el que te maneja el fútbol. Dicen que no corre y es mentira. Román tiene una característica, siempre lo encontrás desmarcado, y eso es correr. Él es muy inteligente para eso. En los partidos difíciles y de mayor presión es cuando mejor juega. Y de esos jugadores no hay muchos en el fútbol. A veces te cuesta pedir la pelota, pero a él no le pasa. Para mí es más difícil pedirla todo el tiempo que esconderse o que tirarse al piso.

Por Gastón Ezequiel Sosa.

lunes, 8 de noviembre de 2010

El taxista Néstor

El auto había quedado en un garaje de la Av. Corrientes. Los reclamos por un país mejor se habían estancado en el año 2001, cuando comía con cinco pesos. “Gracias a esté hombre me pude comprar mí taxi, antes era chofer y no llegaba con la plata a fin de mes”, confiesa Néstor Vallejos, un señor de 50 años de edad que vive en el barrio de Floresta. Es taxista, es afiliado a la UCR y apoya el proyecto del Frente para la Victoria. Todos los días, a la mañana, sale a la calle con la incertidumbre de saber si va a volver a la casa. Pero tras la muerte del ex presidente Néstor Carlos Kirchner, decidió no salir a trabajar. “Preferí venir acá antes de laburar y tener que pelearme con las viejas adineradas que critican al gobierno”, dice esté hincha de Boca Juniors.
Sólo, con su remera azul y su jean gastado, pretende ingresar a la casa de gobierno para despedir al esposo de la presidenta Cristina Fernández, que falleció a los 60 años, a causa de un paro cardiorespiratorio no traumático.
Cuando murió Raúl Ricardo Alfonsín, vio su velorio por la televisión, y se había quedado con una cuenta pendiente de no haberlo despedido. Por eso ahora, se acercó a la casa Rosada para acompañar y estar presente con todos los que querían al ex gobernador de la provincia de Santa Cruz.
Las vallas de contención ya lo chocaban, los hombres de negro con pechera naranja lo recibían en la entrada, estaba próximo a ingresar al salón de los Patriotas Latinoamericanos, para ver al hombre que reactivo al país en el 2003.
El sueño de dejarle a su hijo una Argentina de pie seguirá siendo la meta del taxista Néstor.

Gastón Sosa.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Luchando por un sueño

La entrada lo decía todo: Club Atlético Excursionistas. El acceso con techo a dos aguas era su presentación. Todo parecía igual a la última vez que había estado allí. Se jugaba una final. El equipo local enfrentaba a Defensores de Belgrano, clásico rival del conjunto villero. El presidente anfitrión, Armando Mainoli, estaba presente. Era un hincha más.
Tiene una meta difícil, maneja a un club con pocos recursos que año a año intenta mantener su categoría. Ayer estaba distendido, sonriente. Saludaba a los aficionados que se acercaban y agradecían su esfuerzo. La cancha estaba repleta. El olor a choripan que venía desde la calle se impregnaba en la ropa. La tribuna parecía venirse abajo, todos con cornetas y bombos. Incluso, algunos tenían la cara pintada de verde y blanco, como la camiseta de sus amores. Era una fiesta en el barrio de Belgrano. Cuando los equipos salieron a jugar, mi reloj marcaba las 15:00hs. Era un sábado a pleno sol que daba sobre la tribuna visitante y hacia transpirar a los hinchas. Mientras tanto, miraba asombrado los palos de iluminación recién pintados. Aunque las tribunas no. El alambrado parejo como una jaula y el verde césped desparejo como siempre. Parecía una calle de la Capital Federal. Había pozos por todos lados. Inclusive las líneas de cal parecían no estar.
El partido no empezaba. Entonces me fijé cuál era el impedimento de su inicio. Me di cuenta que un hincha estaba subido al alambrado. Con una bandera que decía: “Un amor desde el 1 de febrero de 1910”, que es la fecha de fundación del club.
Se bajo y el árbitro pito el inicio. Iban 30 minutos del primer tiempo y todavía no se había gritado ni un solo gol. Aunque el local dominaba. La primera parte finalizó con empate en el marcador. Los jugadores parecían resignados a sufrir hasta el final. Se iban lentamente, con cansancio y sudor en la frente. En el entretiempo me comí un paty mientras charlaba con René Houseman, hincha y ex jugador. Me confesó, con los ojos llenos de lágrimas, que tiene un sueño: ser presidente de Excursionistas.
Me estaba acomodando en el asiento de la platea cuando comenzó el segundo tiempo. El tramo final del partido. Fue muy parejo, pero a los 17 minutos, Defe hizo el primer gol. Su autor fue Luciano Koch. Excursionistas, pese a ir perdiendo, intentó quebrar el marcador con jugadas muy ofensivas, pero no pudo. Perdieron la final. El equipo que había ingresado con los aplausos de la gloria, se retiraba con los silbidos de una derrota que nadie quería.

Gastón Sosa.

domingo, 17 de octubre de 2010

Cantos de victoria

El 24 de junio, en el estadio Ellis Park, 62.000 personas, que fueron para ver la final del torneo, entonaron el tema Shoshola. La canción oficial de la Copa del Mundo de Rugby 1995 fue interpretada por Dan Moyane, que días antes había sido elegido por la Unión de Rugby, de Louis Luyt. Los aficionados blancos la adoptaron alegremente, mientras que los hinchas negros cantaron a gusto dado que la escuchaban a menudo en los partidos del fútbol sudafricano.

El cantante pidió silencio en el estadio y en las pantallas gigantes apareció la letra de la canción en lengua zulú. Y grito:” ¡Vamos a cantar hasta echar a los All Blacks (rival de Sudáfrica en la final), del estadio!”, y lo aclamaron. Primero, leyó el tema en voz alta con la multitud, y luego todos empezaron a cantarla.

Moyane nació en Soweto, en el año 1959, y se crió sin ningún interés por el rugby. Pero durante la velada vivió el partido con muchos nervios y con ansia de ganar. Lo observo desde la platea, donde se encontraban las personas más importantes de Sudáfrica. Disfruto de la victoria de los Springboks sobre los All Blacks por 15-12. Y lo embargo la emoción cuando Mándela, le entregó la Copa del Mundo a Francois Pienaar, que fue el capitán del equipo sudafricano.

lunes, 11 de octubre de 2010

El Primer Acercamiento

El banco Credicoop abría sus puertas por primera vez en la semana. Yo estaba allí. Sentado entre la gente. Esperando mi turno para depositar el dinero de la matrícula, que Eter me exigía, para acreditar mi inscripción, a la carrera de Periodismo Deportivo.
No era un día más. Las personas se perdían entre las calles y las esquinas no eran las mismas. Me sentía diferente.
Llamé a mi novia para que me acompañara a anotarme. Solo no me animaba a ir. Mientras la esperaba el tiempo no pasaba. Me transpiraba la cara y el sol me encandilaba de a ratos. Estaba nervioso. Sentía que todo iba a salir mal. Cuando pensaba que ella nunca vendría, la vi entre los demás. Es la más linda, pensé.
Llego a mí. Lo primero que hice fue abrasarla y darle un beso. De esos que no se repiten y marcan un momento.
Fuimos hasta la parada del 65. Que fue el medio de transporte que nos llevo a Eter. Cuando estábamos esperando el colectivo, me di cuenta que me había olvidado el documento. Volvimos a buscarlo. Al fin pude tener todo en orden. Nos dispusimos a esperar de bondi. Tardó una eternidad. Cuando al fin llego, estaba repleto. Las personas se rozaban mutuamente y se miraban con resentimiento. Pese al calvario del viaje, llegamos sin percances, pero molestos.
Caminamos por la calle Acevedo. Entramos a la facultad. Nos dirigimos hasta la administración y presenté mi ticket de pago. Nos mandaron al primer piso. Me hicieron llenar un formulario. Estaba todo perfecto. No me acuerdo quien me atendió, pero lo hizo de una manera adecuada. Incluso me robó una sonrisa cuando entre medio de tantos nervios me dijo: “Bienvenido a Eter”.
Salimos. Fuimos hasta el kiosco. Con una gaseosa en la mano, caminábamos por la calle para volver a mi hogar. Me di cuenta que el mundo era el mismo. Todo era igual. Las personas se apuraban para llegar a sus trabajos, mientras que un policía le pedía la cedula a un chico, que era acusado por una señora. Nada había cambiado. Pero yo no era el mismo. Empezaba algo nuevo.

sábado, 9 de octubre de 2010

Todo cambia

Era una noche de luna llena, oscura y mágica. Nacía yo, José Román Holón. Mi padre, Agustín, era fanático del Club Atlético River Plate y por lo tanto yo iba a ser hincha de ese club. Claro, como yo era chico no podía decidir de qué cuadro era, pero cuando me fui dando cuenta del daño que me estaba haciendo mi papa, cambie de opinión. Yo oía que el Club Atlético Boca Juniors siempre ganaba o cuando ponía la tele y perdía enseguida daba vuelta al partido. Veía que Boca tenía más aguante que River y la doce más pasión que la catorce.
Llegaban mis diez años y todavía no había visto a River salir campeón de la Copa Intercontinental, mientras que a Boca Juniors ya lo había visto dos veces levantar ese trofeo. Mi cumpleaños es el 23 de febrero y ese año caía domingo. Mi tío Osvaldo, al que le debo muchos años de felicidad, tenía un regalo especial para mí. Me iba a llevar a ver un Boca-River en la Bombonera.
Era mi primer súper clásico, era muy especial para mí. Ese domingo me desperté muy temprano y le comenté a mi mamá que estaba re contento, mi madre me pregunto: “¿Es por tu cumpleaños?”, y yo le dije que no, que era porque el tío me iba a llevar a la Bombonera. Me vestí todo con los colores de River, pero cuando llego mi tío me hizo cambiar y me tuve que poner todo con los colores de Boca ya que él es de ese club y ese mismo día me había traído una bolsa llena de cosas del club de la Rivera. Mi papá también iba a ver el súper clásico, pero a la tribuna de River.
Nos tomamos el 152 y llegamos. La mismísima Bombonera estaba enfrente de nosotros, era un brillante anillo de fuego y sangre, lo invadían colores, la pasión y muchas cosas más. Todo era distinto a la cancha de River. Vivimos el partido de una forma espectacular. Boca le gano a River por 4 a 0 con una actuación impresionante de Juan Román Riquelme y dos goles de Martín Palermo. Yo ya me decidía a ser hincha de Boca Juniors. En cambio vos papá, estabas en la tribuna de enfrente triste, usando de pañuelo una bandera de River que siempre llevábamos juntos al Monumental, te miraba y estabas desconsolado. Mientras el tío, yo y toda la cancha festejábamos.
Por dos años estuvimos enfrentados pero hoy te diste cuenta y te pasaste de bando.
Che Viejo, ¿vamos a la Bombonera?.....   

viernes, 8 de octubre de 2010

El Décimo

Hoy le escribo a usted, aquel que utilizá la camiseta con el número más preciado por los habilidosos. Esa cifra que soló se calzan los intocables, los genios, los que tienen sabiduría, los que tienen espalda ancha, los que no necesitan vocero, ése número, el 10.
Hoy le escribo a usted, al que se aguanta las escupidas cuando tóma el balón para arrojarlo hacia el área desde alguna esquina de alguna cancha.
Hoy le escribo a usted, y lo respeto aunque nadie lo haga. Como cuando con total irrespetuosidad se meten con su madre. Lo respeto porque se lo ganó, porque cuando toma el balón el rival se contrae, porque si se queja se lo escucha, a usted, a quien más sino.
Hoy le escribo a usted, sin que se me agote la tinta de mi pluma. Quiero agradecerle las ganas que le pone a cada partido, porque creo que cada ves que se coloca esa camiseta, que a veces tiene una banda cruzada, rayas verticales, o una banda en el medio del pecho dando toda la vuelta, se esta poniendo el overol del viejo, ese que dejaba la vida por su familia.
Por eso le escribo a usted, que si no existiera, el fútbol no gozaría de su poema, le faltaría armonía y de ninguna manera podría observarse.
Hoy solo hoy, se te puede tutear un momento, soló para expresarte que no te retires nunca, que sin vos me falta esa emoción que me caracteriza cada domingo, quiero decirte que si no hubieras vivido, me hubiese ahorrado muchísimas lágrimas que cayeron sobre mi rostro. Aunque esas lagrimas que cayeron sobre mí, fueron bien desechadas, porque no las arroje por tristeza sino que abandonaron mi cuerpo por amor a esa camiseta que te identifica a vos y a mi, que por ella damos la vida y que está teñida sobre nuestro pecho.
Hoy le escribo a usted y no lo tuteo mas, porque usted es respetable, por llevar el balón sobre el campo de juego y ser repudiado con silbidos que son arrojados como tiros sobre su pecho, por los hinchas contrarios.
Hoy le escribo a usted que le da ese toque sutíl a ese gol que ya fue convertido por el 9, que se lleva toda la idolatría y nadie piensa en usted, que despacio, casi sin sonreír, va trotando hasta la mitad de la cancha para reanudar el partido, que es lo único que le permite desaguar su bronca contra el contrario.
Hoy le escribo a usted que cada domingo por la tarde busca meter el balón en ese lugar que queda en el arco, que pocos ven pero que muchos a la hora de festejar su gol lo describen.
Hoy tal vez no convierta un gol como lo ha hecho tantas veces, hoy posiblemente no arroje un caño sobre las piernas del rival como lo ha hecho tantas mañana, está noche lo mas probable es que no se bese el escudito que tiene tatuado en el pecho, pero de lo que estoy completamente seguro es que hoy hizo emocionar a un hombre que en pocas oportunidades se emocionó.
Hoy usted se merece ser felicitado por ese sentimiento que le pone al fútbol y que si hoy no representa al país estoy seguro que mañana lo hará, y si hoy no es reconocido por sus agallas, se que mañana lo reconocerán.
Estoy seguro que cada periodista que hoy lo critique, mañana se va a arrepentir y va a rezar para pedir perdón en su honor.
Para ir terminando, le digo que usted es amable con el balón,  solidario con sus compañeros, es amado por su hinchada, querido por los demás, sin que se lo digan, y va a ser recordado por siempre, porque el que hace emocionar, no es olvidado.
Hoy le quiero decir, que soló pretendo escribir para dejar asentado en el correr del tiempo que usted es mi alegría y la de muchas personas más, y que si al leer alguna persona este trozo de mi hoja, se emociona y arroja una gota sobre este escrito, me sentiré satisfecho por haberlo congelado en mi memoria y en la memoria de la gente. De sú gente.