Diego Markic, el ex jugador de fútbol, habló en exclusivo para ETER. El campeón del mundo sub 20, en Malasia 1997 junto a Juan Román Riquelme, no tuvo drama en dialogar sobre sus días en el Bari, “El sur de Italia es bravo, porque cuando vas bien no podés salir a la calle y cuando vas mal tampoco porque te matan”. El actual analista de fútbol integró en nuestro país los planteles de Argentinos Juniors, Colón de Santa Fé y Quilmes. Ahora más relajado y ya retirado del fútbol recuerda como vivió en Italia y de qué manera superó los casos de corrupción en la liga Calcio. Esté destacado número 5, pronto conformará el cuerpo técnico de Matías Almeyda.
-¿En Italia o acá viviste experiencias de corrupción en el fútbol?
-En todos lados, en el mundo del fútbol. En el cuarto año de contrato que tuve en Italia, tenía que renovar. Ya acababa mi contrato y estábamos hablando, pero todavía no teníamos nada firmado. Llegamos al último partido y en el vestuario dicen: “Bueno tenemos que empatar 2-2” , lo agarre al técnico y le dije: “No voy a salir a arriesgar la pierna, porque no tengo el contrato firmado y es un partido que es mentira”. Entonces me dijo: “No podes salir ahora, porque vas a quedar muy evidente”, le dije: “Bueno juego un rato y sacame”, y en el entretiempo salí. Eso en Italia pasa mucho.
-¿En Italia tuviste problemas con los barrabravas?
-En Italia una vez estábamos por irnos a la B y jugamos en Messina. Perdimos 1-0. Estábamos volviendo en el micro y en un momento salimos de una autopista para entrar a la otra y nos salen de atrás de un casa y nos cruzan los autos. Se subió el jefe de la barra del Bari y nos dijo: “Se tienen que salvar”, le pegó dos cachetazos al capitán que estaba en el primer asiento, amenazó al sub capitán, que estaba al lado y se bajaron.
-¿Qué siente un jugador del sur de Italia cuando enfrenta a los poderosos del norte?
-El sur de Italia es bravo, porque cuando vas bien no podes salir a la calle y cuando vas mal tampoco, porque te matan. Ni mi señora podía salir, porque todos sabían y le decían, dame esto, pedile aquello, cuando ganan y todo el tiempo así, era insoportable. Y con respecto al norte, como el Bari es un club más chico, cuando íbamos a jugar mis compañeros estaban pensando a ver a quien le cambiaban la camiseta, y eran cosas que al principio me daban bronca y después dije: “Bueno ya esta”.
-Si te llamaran de Italia, para ir a dirigir un equipo del sur como el Bari o el Napoli. ¿Irías a dirigir allá?
-(Dubitativo). No sé tendría que pensarlo. No sé si quiero ser técnico. Estoy estudiando para ser técnico y seré ayudante de Matías Almeyda. Ser técnico es volver a lo mismo y a lo que me cansó. Pero no sé si tengo ganas de volver a hacer esa vida, aparte ser técnico no es fácil. Es ser la cabeza de todo y es más fácil echar a uno que 22, o sea que siempre se la agarran con él. Igual me lo replantaría porque en Italia la pasé muy bien y mi hijo nació allá, o sea que algún día me gustaría volver.
-Ahora que vas a formar parte de un cuerpo técnico, ¿Un jugador de las características de Riquelme tiene que estar en el equipo titular?
-Para mí es el primero que tiene que estar, después armo todo lo demás. Es el que te maneja el fútbol. Dicen que no corre y es mentira. Román tiene una característica, siempre lo encontrás desmarcado, y eso es correr. Él es muy inteligente para eso. En los partidos difíciles y de mayor presión es cuando mejor juega. Y de esos jugadores no hay muchos en el fútbol. A veces te cuesta pedir la pelota, pero a él no le pasa. Para mí es más difícil pedirla todo el tiempo que esconderse o que tirarse al piso.
Por Gastón Ezequiel Sosa.
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