lunes, 20 de diciembre de 2010

Apuñalada por un compañero

Gritan, saltan, corren, se maquillan, se divierten y no estudian. Todo pasa en un aula de la escuela secundaria. Los alumnos juegan al truco, mientras la profesora intenta explicar un nuevo tema que ellos dicen ya saber, dado que algunos son repetidores. Todo es un descontrol en el curso de 4º A.
Uno de los chicos arroja una tijera, con mucha fuerza, contra una compañera y se la clava en el antebrazo. La chica comienza a sangrar y a ponerse pálida. La maestra se ve superada por la situación y llama al preceptor del curso, Julián García, quien lleva a la alumna al baño para arrojarle agua sobre la herida. La sangre comienza a rebosar el lavatorio. La niña llora y se queja. De pronto, se ve a un hombre alto y de ambo blanco subiendo las escaleras. Es el médico. La coloca sobre sus brazos, la pone dentro de la ambulancia y la lleva al Hospital Pirovano. Mientras tanto, todos buscan al culpable del accidente. Jorge Morales confiesa y dice: “Fui yo”.
Horas más tarde la alumna muere, de un paro cardíaco, causado por la pérdida de sangre. Los directivos del Instituto Vocacional Argentino no saben qué van a hacer con el agresor. Por ahora, está detenido en la Comisaría 33º, junto al preceptor del curso, que es el dueño de la tijera.

Gastón Sosa.

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