lunes, 22 de abril de 2013

Boca Juniors empató y sufre

Ayer, en La Bombonera, el Xeneize cosechó el sexto empate en el Torneo Final 2013. Fue un rotundo 0 a 0 frente a Belgrano de Córdoba por la décima fecha. Aunque al equipo de Bianchi le anularon mal un gol, no mereció ganar y de esta forma llega a la misma ubicación que Vélez con nueve puntos.
Foto: ESPN.
Boca Juniors es un equipo que aparenta más de los que es, pero es menos de lo que aparenta. En un partido trabado que no dio garantía de buen juego en ninguno de los 90 minutos, el conjunto de La Rivera, volvió a empatar. Esta vez el coprotagonista fue Belgrano de Córdoba que supo ser beneficiado por el árbitro Juan Pablo Pompei. En los primeros minutos del encuentro, Juan Román Riquelme estrelló un tiro libre en el travesaño y en el rebote Nicolás Blandi (de buen partido) empujó la pelota, ella misma pasó toda la línea del meta y se introdujo completamente en arco. Sin embargo, el juez de línea, que ya corría hacia el centro de la cancha, anuló mal el gol y pocos jugadores Xeneizes reclamaron su validez.

En el transcurso del partido Boca buscó crear su juego y suministrarle la mayoría de pelotas a Blandi, pero todo decayó al instante en el cual Riquelme tuvo que salir de la cancha. La lesión del “Torero” en el izquiotibial izquierdo sólo le permitió jugar hasta los 30 minutos del primer tiempo. Allí se dio un quiebre en la trayectoria del encuentro. Porque las piernas de Román no sólo son capaces de brindar proyección a un equipo de no sabe muy bien a qué juega sino que también dan seguridad. Juan Sánchez Miño fue el que reemplazó al “’10” y el que intentó, de alguna manera, suplir su ausencia. Sin embargo, todo quedó en una simple intención.

En la segunda parte, Boca, siguió con la misma cara y por momentos se quedó dormido. Pero Belgrano no lo supo ganar. Los cordobeses respetaron en demasía a su rival y de esa manera le dio una vida más. En una de las mejores jugadas del equipo de Carlos Bianchi estuvo la oportunidad más esperada del partido. Hacer un gol. Allí, Juan Manuel Martínez tomó la pelota e hizo confundir a toda la defensa ‘’Pirata’’. ‘’El Burrito’’ brindó un gran pase para Fernández y el pibe se metió en el área, sin pedir permiso, para convertir su gol. Pero su pierna derecha no le permitió tomar el mejor perfil para hacer chocar el balón contra la red y así se esfumó la mejor ocasión de gol para el último campeón de la Copa Argentina.

De esta manera, Boca Juniors se ubica con nueve puntos en el torneo y llega a la misma ubicación que Vélez. Los dos conjuntos participan en los octavos de la Copa Libertadores, el primero se enfrentará con el Corinthians, el 1 de mayo en la Bombonera y el segundo jugará contra Newells Old Boys. Mientras tanto, aunque Bianchi no lo tenga muy en cuenta, en la Argentina se juega un campeonato y River es uno de los candidatos a ganarlo. En dos semanas, ambos equipos, se chocarán en la Bombonera y ‘’El Xeneize’’ todavía no encontró el equipo. Todo lleva a suponer que ‘’El Virrey’’ tendrá mucho trabajo por hacer.

Por Gastón Ezequiel Sosa.

jueves, 4 de abril de 2013

La lluvia no siente culpa

Foto: La Razón
Las gotas caen del cielo y escriben puntos sobre una hoja de ciudad. A veces, la hoja deja de ser una metrópolis y se convierte en un pueblo, barrio o calle. Esos lugares, sin dar abasto con la fuerza del agua, son destrozados por las fuertes lluvias. El líquido, que lo arroja quién sabe qué malvado, sin maldad, desde un escenario negro, dañan hasta lo más sagrado de los seres humanos. La vida. La lluvia es un elemento común desde tiempos remotos, es agua que busca una salida y si no la encuentra se entromete en cualquier hueco hasta encontrarla.

El escenario que vive por estas horas la provincia de Buenos Aires tiene que ver con todo eso y mucho más. Se trata de un país que no acostumbra, en su mayoría, a reciclar, cuidar, a no tirar en la calle papeles o desechos que tapen desagües, a no contaminar, a cuidar, al egoísmo. Y allí también están los políticos. Aquellos “elegidos” intentan aparecer en momentos ya trágicos para calmar a los vecinos que se quejan. Porque las personas que no encuentran soluciones se enceguecen al ver que pierden lo poco que tienen o lo mucho que poseen. Y en el medio la lluvia. Con su andar ruidoso y avasallante se lleva todo por delante sin tener la culpa de lo que hace.

Si son lloviznas, que simplemente molestan, o si se trata de una lluvia pasajera; hasta puede sonar romántica. Pero cuando el agua cae con la fuerza de estos días y desborda los canales y los ríos, pierde toda la gracia que puede llegar a tener. Está claro que lo hace inocentemente, no busca dañar a los humanos. Sólo cae desde las nubes, con la mala suerte que el recipiente que tiene que acogerlas no es el indicado. Al contrario, es el peor lugar en donde pueden caer.

El agua busca la libertad y se desespera por eso y ahí es cuando se lleva lo que cada persona logró durante toda su vida. Incluso la vida misma, ya son más de medio centenar los muertos por esta trágica tormenta. Ahora los ciudadanos, que son muy solidarios cuando se trata de algo grave, tratan de salvarse entre ellos, sin esperar nada a cambio. El agua se llevo muchas cosas valiosas pero si se logra mantener la calma pueden ganar todos y volver a empezar, y si se quiere, también volver a confiar en que todo puede ser mucho mejor. Sólo alcanza con que cada uno tomé conciencia del lugar que ocupa en este planeta y se proponga cambiar algo.

Por Gastón Ezequiel Sosa.