Partido trabado en el Bajo Flores
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Sábado ventoso y soleado. Empezaba a nacer la tarde que luego del partido, que disputaron San Lorenzo y Vélez, moriría. La villa 1-11-14 detrás del las cabinas de transmisión eran el decorado de un lugar lleno de incertidumbre y coches caros estacionados en la calle. Los trapitos ya acomodaban los autos y la gente se aprontaba a ingresar al estadio Pedro Bidegain, más conocido como “Nuevo Gasómetro”. El marco del terreno de juego era una tribuna popular repleta, dos que todavía tenían azules por llenar y una cabecera que estaba en soledad por la restricción del ingreso del público visitante. Mientras los hinchas del “Fortín” lo miraban en pantallas gigantes desde su estadio, en el Bajo Flores empezaba a rodar la pelota. Un objeto que fue menospreciado por los jugadores durante gran parte del encuentro.
En la previa el partido prometía brindar el espectáculo de un clásico, pero los hechos fueron diferentes. Caruso Lombardi vivió todo el encuentro de pie, lo observo detenidamente, se quejó, se acomodó el pelo y maldijo. En cambio, Ricardo Gareca dio indicaciones y estuvo sentado durante casi todo el cotejo. El árbitro Germán Delfino pitó el inicio y Julio Buffarini y Enzo Kalinski le dieron la energía a un San Lorenzo que parecía estar dormido. El volante azulgrana, con sus risos de príncipe de un cuento de hadas, fue el primero en darle un susto a Germán Montoya, pero Lucas Pratto respondió con un centro que casi se le mete a un Pablo Migliore que parece ser el único que tomó conciencia de lo que le pasa al equipo. Hasta que a los 13 minutos, una jugada de pizarrón, terminó con un centro pasado que Emiliano Papa (futbolista que jugó por el artículo 225 dado que Peruzzi volvió lesionado de la Selección) bajó por la izquierda para Facundo Ferreyra, quien acaricio la pelota a la red como un asesino clava una daga en el cuerpo de la víctima. Allí Vélez se despertó y fue mucho más que “el Ciclón” aunque ninguno de los dos jugaba demasiado bien para llevarse una merecida victoria. Los de Gareca con tiros desde afuera del aérea preocupaban a un Caruso que no hacía más que buscar una respuesta en el cielo.
A quince minutos del final, tras un córner desde la izquierda y una serie de rebotes, Denis Stracqualursi acomodó el balón con el brazo y le rompió el arco a Montoya con un disparo alto. Las quejas de los jugadores de Vélez no tardaron en llegar y el partido se calentó. El primer tiempo terminó empatado, con sustos en las dos aéreas y poco juego en el césped.
La segunda etapa empezó con un Pablo Alvarado, que cumplía 100 partidos con la camiseta de San Lorenzo, con su cabeza vendada y no se sabía el por qué (luego se supo que hubo una pelea en el vestuario). Pero no tuvieron un comienzo encendido, como si habrá sido la charla de Caruso en el entretiempo. El anfitrión parecía más decidido a ir a buscar el partido pero por sus propias limitaciones no encontraba la punta del ovillo, mientras la visita se agazapaba a la espera de una chance para avanzar en el marcador. Y el momento llegó a los 19 minutos. Pratto habilitó en profundidad por la derecha a Ferreyra para que definiera bajo y bien pegado al segundo palo del arquero azulgrana. El aérea del ataque de San Lorenzo se oscurecía con el ocultamiento del sol y también se oscurecía un futuro que necesita de victorias. Porque si el sábado a las 20:20hs; cuando visite a Racing Club en Avellaneda, pierde, y se dan otros resultados, quedaría tercero, de abajo para arriba, en la tabla de los promedios. Falta mucho, pero no hay que dormirse porque el fantasma del descenso puede volver a aparecer por el Bajo Flores. Mientras que Vélez Sarsfield, con esté 2 a 1, disfruta de un presente que con estos 3 puntos lo ubica segundo en el torneo Inicial 2012.
Por Gastón Ezequiel Sosa.