El 16 de noviembre del 2003, a los 16 años, Lionel Messi debutaba en el Barcelona Fútbol Club frente al Porto de Portugal. Aquel travieso y tramposo adolescente lograba cumplir su anhelado sueño.
Aquella ilusión había comenzado a crecer cuando su abuela materna lo levaba a ver los entrenamientos del sus hermanos Rodrigo y Matías. El mejor jugador del mundo no participaba de las prácticas, pero un día faltó uno de los chicos y finalmente pudo jugar en el entrenamiento. Aunque el miedo del técnico estaba presente, por ser todos más grandes que el crack argentino, Messi agarró la pelota e hizo las maravillas que sólo él sabe hacer ante la mirada incrédula del entrenador.
Todos, incluso su padre Jorge, estaban sorprendidos por la facilidad para pasar jugadores y controlar el balón, por eso a los seis años llevaron al Mesías a una escuelita de fútbol del Club Atlético Newell’s Old Boys de Rosario. Los técnicos estaban conformes con el juego que desarrollaba Lionel, pero el problema era que no crecía. Sus glándulas de crecimiento estaban dormidas. Pero todavía quedaba una posibilidad y era un tratamiento que constaba en colocarle a Messi unas inyecciones en las piernas. El proceso era muy costoso, salía 1500 dólares por mes. Sin embargo su padre, que trabajaba en la empresa Acindar, consiguió que su compañía y la obra social Cainba pagaran el procedimiento. La Pulga se colocaba las inyecciones sin ayuda de nadie. Pero el aporte de las empresas se terminó dos años más tarde cuando dejaron de abonar el tratamiento. Como el proceso no se podía cortar, Newell’s pagó el procedimiento durante un tiempo, sin embargo luego no lo abonó más.
Ante la desesperación, sus padres, lo llevaron a probarse a River Plate y Lio quedó. Pero el conjunto millonario no quiso pagarle su pase al equipo rosarino y no contaron con el enganche.
La situación que vivía la familia Messi era muy critica, pero el Barcelona ya sabia del jugador argentino. Por eso Carlos Rexach, un director técnico del equipo catalán, lo llamó a Jorge y le pidió que llevara a Lionel a España. Asi fue como él y su papá viajaron a Europa. Habían pasado 15 días y a Lio todavía no lo probaban. Sin embargo, el último día lo llevaron a practicar a la cancha número tres del predio del Barcelona. Deslumbró a Carlos y él mismo decidió que se quedara. Igualmente los Messi se volvieron a Rosario y después de dos meses los llamaron para volver a España. Toda la familia se fue para el viejo continente, pero empezaron a extrañar las costumbres argentinas y decidieron volverse. Sin embargo, Jorge y Lionel se quedaron allá. El 1 de marzo del 2001 el mejor jugador de la Liga BBVA , firmo su primer contrato. Esa promesa hoy es Lionel Messi, el hombre que nació para jugar al fútbol y que cumplió 200 partidos con la camiseta del Barcelona en la Liga BBVA.